martes, 13 de mayo de 2008

Domingo 11 por la tarde.




Otra contribución al reportaje gráfico del viaje.
Como en Lisboa, Arturo nos hizo un dibujo del grupo, mientras los demás dábamos buena cuenta de unas tapitas en la calle Cuchillerías.
Os comento: representa el final de la carrera. En la parte superior estais vosotros, aplaudiendo, con Irene. En la parte de abajo, Arturo con su medalla y yo, una vez cruzada la línea de meta. Y a la izquierda su papi (el más alto de todos, como lo pinta siempre) con otros corredores.
A estas alturas de la tarde, mis amigas ya se han subido al tren de vuelta, y nosotros nos estamos tomando la última en la Pza de la Virgen Blanca, pues Iñaki y Jorge están también a punto de marchar.
¿Estos niños no tienen padres?
Pues si que los tienen, si, y al parecer, muy permisivos.
Anda que no lo pasaron bien los crios mojándose hasta las orejas. Probad y vereis. Ya crecerán los pobres. Que disfruten y se mojen ahora (que no tienen que preocuparse de guardar las formas).
Irene con el caminante.
El final de una jornada más que intensa, Pijama y cuento, que están ya rendidicos (los tres)


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