martes, 13 de mayo de 2008

Sábado 10 por la tarde.


Susi, Natalia, Hugo, Iñaki, Jorge y Kukov acompañaron a Andrés a recoger el dorsal. En la foto superior, aparece un gráfico del resultado de una prueba que le hicieron en la Feria del Corredor. Si os fijais, el resultado es bastante bueno, destacando en dos aspectos en los que está al 100%:
1) Percepción del estado físico (Imposible is nothing, "Bueno, a ver como me encuentro mañana") y
2) Apoyo social. Este está claro, porque no creo que ninguno de los que corrieron tuviera tanto apoyo como él. Y eso que los que le hicieron la prueba no vieron ni a la mitad de los que le acompañaban.


Las chicas y los peques nos quedamos con Susana, que nos guió por "la almendra", el centro histórico de Vitoria. Es la primera vez que nos llueve, pero íbamos preparados para la ocasión.

Un paseo muy agradable y sorprendente, por el contraste de estilos entre las viejas edificaciones y las nuevas construcciones.

Nos queda la duda de si este efecto es deliberadamente buscado o si la funcionalidad ha primado sobre la uniformidad estética (en el caso de las escaleras mecánicas está claro, pero que prácticas eran ¿Eh?.)

Nos quedamos con las ganas de visitar las zonas verdes, que por lo visto son muy numerosas, pero es que disponíamos de muy poco tiempo.

Hay que volver, que supo a poco.

Tampoco fué posible visitar la Catedral, que estaba en obras y para la que hay que pedir cita con mucha antelación, pero el recorrido mereció la pena, en cualquier caso.

Muy bonita Vitoria: el centro de la ciudad pensado para el peatón, multitud de personas que emplean la bicicleta y no el coche para desplazarse.

Para los que residen en Vitoria, esto último no parecerá especialmente reseñable, pero desde luego sosprende mucho a los que vivimos en Alcalá, que sólo tenemos una calle peatonal (La Calle Mayor) ¡Y exclusivamente los domingos!.




Empezamos en la Plaza de la Virgen Blanca (en la que por fín logró Isa hacerse una foto)





Allí donde vamos (ya pasó en Lisboa) lo que más le gusta a los niños es correr detrás de las palomas y como había muchas, hicimos unas cuantas paraditas para que echaran unas carreritas y se desfogaran un poquito, que llevaban muchas horas de viaje.




Composición fotográfica que a mis amigas les recordaba a la portadas de "La oreja de Van Gogh".



Otra foto de grupo del mismo estilo desordenado que la anterior.

A lo mejor marcamos tendencia: fotografía "casual".






En todas las marato-excursiones nos da por un sitio y pasamos cien veces por ahí. Esta vez nos dió por la Plaza de la Virgen Blanca.

Ya hemos tenido que despedirnos de Susana quien, por desgracia, no podía quedarse más tiempo. Un besazo Susana, que me alegró mucho verte. A ver si coincidimos en verano (y logras convencer a tu niña de que salir con nosotros no es tan aburrido como ella piensa)




A reponer fuerzas toca. Instantes antes Iñaki y yo tuvimos nuestros mas y menos por culpa de una galleta de chocolate ¡Mi tesorooooo...!.

Que no es que no te la quisiera dar, corazón, que fue un malentendido.




Como no eres rencoroso, el episodio de la galleta, no impidió que en el bar te dedicaras a entretener a los niños con el móvil. Se lo pasaron en grande los peques.



Vaya dimensiones las de tu cerveza, Esther.

Que estamos en Vitoria ¡No en Bilbao!.

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